10 enero 2007

KTrak: Que la nieve no te impida dar pedales.

Navegando por la red, he descubierto este fabricante que nos ofrece un interesante Kit para nuestra bici, y poder seguir dando pedales y disfrutar de nuestra bici incluso después de una gran nevada.

La cuestión está en si algún día veremos nuestros montes nevados como antaño por este cambio climático que estamos viviendo.

El accesorio parece ingenioso e interesante, y aunque todavía no se comercializa, ya es puede ir encargando para cuando dentro de unos meses salga al mercado. Su precio previsto es de 540$ para una bici de adulto y de 290$ para una de niño. Un poco caro bajo mi punto de vista.

El aumento de peso es de unos 2,5 Kg : un pack de seis cervezas como dicen ellos. Se adapta a cualquier tipo de freno (Cantilever, V o disco) y viene con un eje de seis piñones. Estará disponible para rueda de 20, 24 y 26”.

Se fabrica en Canadá y también puede servir para desplazarse por la arena. Quizás mejor opción para nuestra desértica España.


En su web podéis ver muchas más fotos en acción e incluso un vídeo.

Doble suspensión: Mantenimiento específico.

Estas navidades he tenido la oportunidad de ver el estado en el que ha quedado la bicicleta de un amigo. Se trata de una doble suspensión, que en sus más de cuatros años de vida, poco ha visto el taller para su mantenimiento.

Pues bien, es sus articulaciones por casquillos han aparecido unas impresionantes holguras, que hacen que la rueda trasera tenga un desplazamiento lateral de unos 3 mm. Imaginaros la falta de precisión en el pilotaje que puede aportar este fallo. Pero lo peor de todo es que la holgura no es causada por unos casquillos desgastados, sino que los es por unos casquillos agarrotados y que han desgastado el alojamiento de aluminio en el que se encuentran. Con lo que de una simple reparación, se ha convertido en una cara por no decir imposible reparación.

Se habría evitado con un simple y rápido mantenimiento preventivo.

En las dobles de hoy en día, nos podemos encontrar con dos tipos de elementos en las articulaciones:

Casquillos de fricción o rodamientos.

Los casquillos son baratos y se pueden montar en lugares de poco diámetro y en articulaciones de elevada carga, pero como desventaja está, a pesar de los últimos materiales empleados, en su relativo rápido desgaste.

Los rodamientos son más caros y necesitan de un alojamiento y un diámetro mayor que los casquillos para una misma carga. Pero a su favor muestran un menor desgaste, aunque este puede aparecer si se abusa de los lavados con pistola de alta presión, eliminando así su grasa interna.

Para ambas posibilidades es recomendable un mantenimiento preventivo cada tres o seis meses de uso, en función de la intensidad del uso que le demos a nuestra montura. Y este mantenimiento consiste en un desmontaje, limpieza, engrase y montaje de todas las articulaciones de la suspensión, incluidas las del amortiguador trasero. Esto ayudará también a eliminar los ruidos provenientes de estas articulaciones y tan frecuentes en muchas dobles.

En una articulación con casquillo, antes de desmontar, comprobaréis si hay holgura, en caso de haberla, la única solución pasa por comprar uno nuevo y sustituir el defectuoso. En caso de no existir holgura, debéis desmontar todas sus partes, y limpiar bien todas sus superficies de la grasa y polvo viejos. Os recomiendo un spray para limpieza de frenos de automóvil. Haréis lo mismo con el eje y antes de volver a montarlo todo, aplicáis a todas las superficies una fina capa de grasa. Esta grasa ha de ser resistente al agua y no contener Litio, que podría “lijar” la superficie del casquillo. Son correctas las grasas con Teflón. Y ya solo queda montar y apretar los tornillos. Utilizad el par de apriete recomendado por el fabricante, y fijaros en que algunos tornillos han de ser montados con una gota de fijador (Tipo Loctite 222) en su rosca para evitar que se aflojen con las vibraciones.

En las articulaciones con rodamiento, deberéis actuar parecidamente: Primero comprobar si hay holgura y luego comprobar si giran sin anomalías. Un rodamiento debe ofrecer una leve resistencia al giro, y ningún ruido o retención mientras lo hace. Si notas algún ruido, lo más probable es que haya entrado polvo, y este pueda rayar las bolas y pistas de rodadura. En este caso deberéis desmontar las tapas, limpiar el interior con un spray de limpieza de frenos, volver a engrasar y montar la tapa.

Para desmontar la tapa de un rodamiento, basta con extraerla con la ayuda de una aguja a partir de su diámetro exterior, y para montarla sólo tenéis que apretar uniformemente por su contorno. Hacedlo en un lugar bien iluminado y con mucho cuidado de no dañar los labios de la tapa. Esto tendréis que hacerlo en los rodamientos inferiores, los que quedan cerca del suelo y están más expuestos al agua y polvo del terreno. Los superiores raramente se ven afectados.

Ya podéis volver a engrasar todas las superficies en contacto con una fina capa de grasa incluido el eje sobre el que giran los rodamientos.

Si tenéis que cambiar el rodamiento, no es necesario que acudáis al fabricante de la bicicleta a través de vuestra tienda de bicis, desmontarlo, o copiad la referencia que aparece en sus flancos (del tipo 60xx 2RS) y acudid a una buena ferretería industrial, allí los encontraréis por mucho menos dinero, y un consejo más: Comprad de marca buena (SKF, INA, …) y no los más baratos.

Este simple mantenimiento que os llevará poco más de una hora, os evitará graves problemas cómo el de mi amigo. A él y por falta de engrase, se le gripó el casquillo sobre el eje, y ha girado el exterior del casquillo dentro de su alojamiento en el cuadro, al ser este de Aluminio, menos duro que el acero del casquillo, se le ha desgastado el cuadro. Solución: o un injerto de Bronce previamente torneado o un basculante trasero nuevo.

Si no os atrevéis a hacerlo sólos, pedídselo a vuestro mecánico favorito, pero eso si, no dejéis pasar más de un año sin hacerlo.